31 de agosto de 2017

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Querida, hay dolores que se llevan, que no se exhiben.
Verás, hay dolores por honrar, porque son cuales te definen. Hay dolores que no tenés que llorar...
Sacá los resquemores de tu verba, dejame sentirlos en cada aproximación, dejame sentir las descargas, dejame cerrar los ojos y temblar por ellos.
Soslayá el ardor en tus ojos, dejalos fluir en el aire así tu compostura te engrandece.
No te van a dejar tranquila, no persigas un imposible. Perseguí la perfección de algún vacío y dejá que coma de ellos.
Levantá esa mirada y fruncí ese ceño que diosa te declarás. Pegá y pegá, que tu seda se la merece aquel que aún así tu dureza, solo ése tocará tu alma haciendo alarde de un esfuerzo noble.
Linda...

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