14 de septiembre de 2017

Signorina

Señorita que desordenó los estantes de mis pulsiones de control, que puso color a mi penar... Señorita que hurtó de mí todo atisbo de silencio encubridor. Señorita que me hizo sentir dulce cada pernicie. Señorita que me encadenó al abrazo...
Señorita, desearía atreverme a cuestionar su terquedad.
Señorita, deme una somera razón para ponerle nombre a su profunda nobleza.
Señorita, no ose terminar con la intriga, ¡qué sensualidad arropa su negación!

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