14 de noviembre de 2022

bien, ya no hay fin

Dulce el trayecto aún aquí en nosotros
antílopes a punto, obstinada tarde
que se estira y lleva el cielo más más allá, y también la noche (duerme, negro de una aceituna. Llegarás
ya a tu tiempo);
Aquí ahora
es tarde y hay puentes
                         puentes siempre
debajo el agua dulce los olvida
viajera
los puentes nada ya juntan
ni nada ya separan
el agua fluye
siempre querrá tarde el agua
flechas del más después
¿verdad?
La tarde sopla un viento
que echado a correr
se lleva al cielo más más allá
y da aire y hace para la noche
del viento una brisa para que descanse
para que no llegue inquieta
¿Me atreveré?
La noche como el agua puede olvidar
pero a veces a veces
hay tarde aún
como trazado por un dedo el horizonte
un río que fluye dulce entre una rodilla y un muslo
es más dulce que el desabrigo en el pecho
Desde el otro lado de las cosas
                                             cruzado ya el río
en los ruedos arremangados de nuestros pantalones la dulzura del agua, de su olvido
y allí trazados como por un dedo
como si el horizonte gritara 
                   los puentes deseosos
como amazonas de varias locuras nuestras
querrán acercarnos a lo más difícil de aquí el mundo
un sí
                                                    entonces un fin
no será lo que han querido decir
los puentes deseosos, no,
serán horizontes
y nosotros antílopes a punto o también una tarde obstinada
con el dulce de un durazno 
                      de una pregunta ¿me atreveré?                                                       ¿me atreveré?
El trayecto
cuán dulce
¿verdad?

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