15 de febrero de 2018

Anchorage

Tan verde y al paso, y tanto es el cansancio de tener que volver.
Tan pura en la belleza y tanto haría falta sin que deje de haberlo todo y mucho lo esencial.
Tanto silencio y mucho dicho por lo bajo.
Tanta vista que queda anclada a una vez anterior y nunca una palabra de ello. Tan poco y tanto código.
Tan chico el mundo, éste mundo, y tan liviano el cagar por acá (igual jode)
Tanto sueño en esquinas reliquias proyectando despegar para siempre saber de vos y sentirte y sentirme yo alguna otra vez.
Tan vos que me veo yo (no tan yo)
Tan segundo (o tercer o vaya a saber qué) plano que siempre se parte desde acá.
Tan puro el aire que vicia día a día.
Tan hermanos que nos solemos odiar.
Tan parecidos que venimos de tan lejos, pero prestámonos el asfalto.
Tan raspada la goma y tan pesado el ancla.
Tan bien se duerme que todos los días suelen ser iguales.
Tanta verborrea fea que divierte sin entidad.
Tan desconocida como ejemplar y tan ejemplo que quedó en un pasado.
Tan superfluo de a momentos que ahoga para siempre.
¡Tan a gusto que no quiero arrancarme un mísero día más!
Tantos mocos que volvería una vez más a cada uno.
Tantos árboles y tan feo aire.
Tan puro aire y tanta libertad sin honrar.
Tanta invasión y seguimos en paz.
Tantos mercenarios a elegir todos y cada día. ¡Tanta casta elegida!
Tanta mierda embellecida y tanto dulce de callado...
Tan naranja que te gusta jugar al blanco y negro.
Tanto extrañarte y para nunca venir igual, ¿qué va a ser de mí al volver?

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