28 de agosto de 2018

Santa Fé y Uruguay

Mi ser hacia la madurez, el tuyo hacia la quietud. Andaba yo para la seriedad, andabas vos vestida de ironía.
Todo da lo mismo bajo tus nubes, y bajo una alameda ardía yo. En verdad, y aunque la esquizofrenia me fue enseñando, nunca supe qué hacer. De tanto pensar, faltaban dos miradas para confirmar mi debilidad.
Entre el gentío, tu presencia prendió mi seducción. La supe muy errada al ver que arrancabas manojos de desdén a mi adolorida sensatez, pero decidí regalarte un show más.
Sin hablar, sin tocar. No hubo más remedio que adorar desde cerca lo que se va perdiendo en recuerdos fundiéndose para seguir bailando.
Fuiste inspiración y fui yo regalo. Vos tan misma, yo tan lejos.
Fue tu culpa.

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