24 de mayo de 2019

Andanza

Un sombra que exaspera
que intriga
entrega
Una idea que lacera
vacía
desaira
Un obsesionario que latiga
harta
siente
Una luz que grita
destella
se quema
y arranca odio
y ama

21 de mayo de 2019

18 de mayo de 2019

Autodistruzione

Mi bocanada es reflejo de supervivencia ante la siempre presente pulsión de autodestrucción: leer un nombre que me paralice. Siempre el mismo.

16 de mayo de 2019

Come to me

Te veo rayar el cuaderno mientras te hablan y mi cabeza emblanquece tras una utopía: proyectarme hacia tu profundidad, ser hasta tus manos, asaltar tus dedos y deletrear lo mucho que me intrigás.

13 de mayo de 2019

Déjà vécu

Todo un viaje soñando con que me dé un pie para gritar ¡cuando quieras!, y sin embargo su indiferencia termina por acercarme más.
Aún la rebelión debe esperar, nada ha costado en demasía. Las penas, lejos de fieros paisajes, aportan luz de patio a la curiosidad (¿adónde está el límite?)
Y aunque no pase, yo sé que no cambia.

3 de mayo de 2019

Neófito

Por algún lado han cantado el primero de los suaves más adictivos que la noche misma, yo solo cumplí ordenes; el placer siempre de a pocillos. O mejor dicho, los placeres: no más que putos momentos que embelecan.
Mientras chifla alguna insoportable, ya bañada en vinagre y fuera la basura (aunque algo blancuzco pulula aún), me distraigo en el movimiento que se parece al de mis ideas. Espiral.
"Tratala bien, que no se parezca bien a vos. Que le tome su tiempo, es sano"
En círculos yo, imbécilmente, mientras ella dejaba de silbar. O también pensé: ese chirrido no era más que mi cabeza fritándose.
Ante el calor, mi cara eligió, inusitadamente, la máscara mejor para ayudar. Enfrente, una mezcla de desprecio y buen gusto, y convencido yo, aún, de que me topé con un lindísimo y eslavo oxímoron. Sabía ya de su existencia, y como para no contradecirme, el azar me explicó que no era vida, sino recuerdo. No más que existencia, así fue. Picardía si las hay. Veinticuatro años de picardía.
"Vos sabés que ni yo me creo. Pero para mayor amargura, me das la razón", retumbaba en ese laberinto de carne y mierda, como en una especie de prosa con ritmo de venganza.
Aún con feos disfraces, pero doy fé que abunda inocencia. Pero... ¿dulzura?
Me apagué aunque de ese puto barco me escupieron. Aún así, agarré viaje hacia la caramelera como un toro enardecido.
"Espere que se viene el segundo. Un segundo, usted siga"
Por primera vez corrió en mis venas el entusiasmo de escuchar. ¡Me sentí un artista!
Y sí, el desprecio es también un llamamiento a la desgracia. Fue escuchar mientras afilaba el dardo, pero me terminó envenenando a mí y he aquí mi bobera.

Del polvo nos vamos

Con el universo saliendo de tu cuerpo, ¿qué curro vale, ahora, esa pena? ¡Perdiste la tentación!

espiral

Varias propuestas para cruzar el río  cerca del mediodía se decide arriesgar el paso  El problema más agobiante  es voluntario, por supuesto...